martes, 7 de octubre de 2008

Et enfin...

¡Por fin me he lanzado!

Una cosa que he ido adquiriendo con la edad, y aun me queda adquirir mucho más, es seguridad y, la verdad, es una maravilla.

Uno puede emplear la seguridad como antídoto contra complejos, como razón última de todas sus decisiones, y como mil cosas más algunas buenas y otras menos buenas. En mi caso me ha servido para dedicarme a lo que me gusta y mostrárselo a la gente sin que me preocupe excesivamente lo que opinen, a sabiendas de que mi criterio me sirve y que por lo menos van a apreciar el esfuerzo de hacer algo diferente.

Y gracias a todo esto la semana pasada me embarqué en un proyecto un poco distinto: crear mi propio patrón. Y de este proyecto surgió La bailarina conejina que orgullosamente os presento hoy.

El proceso fue más sencillo de lo que había imaginado; cumplía años la hija de una buena amiga, de las pocas que he podido cosechar últimamente, en realidad, y con tal motivo pensé en hacer algo especial. Dado que la vida de esa familia gira en torno al ballet y que la homenajeada acaba de acceder como alumna a su academia, pensé que el tema adecuado era una bailarina. Y poco a poco fui recreando la idea en mi mente, para plasmarla posteriormente en papel y finalmente en telas de colores, algodones en hilos.

Por supuesto, el resultado es el que muestro en estas imágenes y próximamente organizaré mis papeles para colgar en este blog también un patrón que cualquiera pueda seguir fácilmente en caso de que se quiera aventurar a tener una reproducción de este entrañable ejemplar.
En caso de que efectivamente exista algún revolucionario dispuesto a dar este paso, voy a señalar dos consejos prácticos para que esta empresa resulte un éxito: en primer lugar, da cada puntada y cada tijeretazo con la mente puesta en la cara de felicidad de quien va a recibir el peluche, de este modo el resultado estará impregnado del cariño y el detalle de las cosas hechas con amor; y, finalmente, si se trata de un regalo de cumpleaños, compra algo comercial para completar el paquete y así tu creciente seguridad no se verá mermada en caso de que el conejillo resulte injustamente menospreciado.  

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola cris!!!

Ayer estuve con tu hermana y me comentó que ya has vuelto a actualizar el blog.

Ya veo que te dedicas ahora a los animales de trapo. SOn muy monos.

Un besazo gupa
Beatriz Villanueva

Anónimo dijo...

Así que esta es tu nueva afición... intrigada me tenías.Me encantan,Cris, sigue así.
Muacala!

almu dijo...

ay cris estás hecha una artista!!! tienes toda la razón, qué importante es la seguridad...
por cierto,¿por qué la jairin siempre utiliza esas construcciones gramaticales?me refiero a utilizar el atributo al principio de la frase....

Besitos

Cris de la Pepi dijo...

¡Cómo me encanta que partcipéis activamente en mis delirios fitipláusticos!

Aunque cierto es, Almudena... ¡Harta me tiene de tanta solemnidad!

No sé por qué mi padre tiende a hacer lo mismo, pero hay que entenderlos, son enfáticos por naturaleza...

Smuacks!!